jueves, 5 de enero de 2012

HISTORIAL DE LA BANDA DE MUSICA DE BEDMAR (JAEN)


HISTORIAL DE LA BANDA DE MUSICA DE BEDMAR, JAEN

La primera banda de música de la que hay datos, como bien organizada, se remonta al año 1934, dirigida por Don Francisco Caballero Espinosa, hijo del pueblo, de 47 años de edad, apodado “El Mastriche”, el cual nos relata la historia musical desde ésta fecha para atrás.

En Bedmar siempre hubo varios grupos pequeños de aficionados a la música. Uno de ellos eran los hermanos llamados “Los particulares”, que el mayor de ellos, llamado Juan, los dirigía. Otro grupo dirigido por Antoñico, “El sochantre” de la Iglesia de Bedmar y también otro señor llamado Vicente Cruz Aznar, secretario del Ayuntamiento de Bedmar.

Entre estos grupos musicales siempre había mucha rivalidad, y como es natural, todos querían hacer las actuaciones del pueblo. Nos cuenta el señor Caballero una anécdota muy curiosa: “Necesitando el Ayuntamiento una banda de música para amenizar las fiestas del pueblo de ese año, les fue pidiendo precio a los dos grupos de músicos que habían. Estos fueron bajando el precio, alternativamente, hasta que uno de ellos bajó tanto que se ofreció a hacer la actuación gratis. Entonces el otro grupo, no pudiendo bajar más, ofreció hacer la actuación gratis y, además, pagar los fuegos artificiales del castillo y así fue como éste último grupo quedó contratado”.

Partiendo del año 1934 se organizó ya una sola banda dirigida por Don Francisco Caballero Espinosa. Esta siguió actuando normalmente en el pueblo y saliendo, además también, a las fiestas de Albanchez, Garciez y otras.

Como ellos se tenían que comprar los instrumentos, repertorios y demás, los que no podían o podían menos, le pidieron al director el favor de que les ayudara comprándole, él mismo, los instrumentos de su propio bolsillo y posteriormente ellos se lo irían pagando poco a poco, con lo que ganaran en las actuaciones. Entonces el maestro Caballero, como buena persona que era y teniendo buena situación económica, aceptó y les compró los instrumentos que necesitaban. Pero fue pasando el tiempo y pocos le abonaron el importe de los mismos, aunque la banda siguió adelante y funcionado bien.

Después hubo unos años de decadencia con la llegada de la Guerra Civil Española, pues marcharon todos los jóvenes, a la misma, y con los pocos que quedaban raramente actuaban. Una vez finalizada la guerra volvieron todos menos uno, que murió, apodado “El Vizcaino”, hermano mayor de otro que también fue músico, después, con el maestro Caballero.

Este fue reorganizando la banda con los músicos, que volvieron de la guerra, y en esas mismas fechas organizó también una Orquesta-Rondalla, con jóvenes y algunos músicos de más edad. Esta orquesta es la que tiene hoy Bedmar y se la conoce con el nombre de “Viejas Glorias”, por los éxitos que tuvo entonces. El maestro Caballero continuó trabajando, como buenamente podía, con su banda y también con la orquesta.

Con la banda ocurrió un hecho, en una actuación que les mandaron hacer gratis: Al final de la actuación el jefe de la falange, que entonces era una gran autoridad, les mandó que tocaran el himno de la falange. Por otra parte el sargento, jefe de la guarnición militar que había quedado en el pueblo, que también era una gran autoridad, les ordenaba que tocaran el himno nacional. Entonces el maestro Caballero y los músicos, después de muchas dudas y todos asustados, tocaron el himno nacional. Al terminar la interpretación, el jefe de la falange los metió a todos en la cárcel, aunque sólo estuvieron durante el día, a la noche los pusieron en libertad. Este fue sólo un hecho de los muchos que ocurrieron en la post-guerra. Mientras tanto, la banda seguía funcionando, eso si, siempre con los mismos problemas: Instrumentos y repertorios.

En una ocasión, también, dirigió la banda, durante un año, un músico de Bedmar llamado Manuel Fernández Rentero, continuando después, nuevamente, el maestro Caballero.

En la década de los años 40, se hizo cargo de la banda el Ayuntamiento, asumiendo todos los gastos como instrumentos, repertorios, además del primer uniforme que tuvieron; uniforme normal, como son todos los uniformes, pues en la post-guerra les obligaban a vestir como falangistas: Camisa azul y boina roja, además de comprarse cada uno, dichas prendas.

El Ayuntamiento dispuso una pequeña paga para el director y los músicos. De ésta forma el maestro Caballero, al tener más apoyo con el Ayuntamiento y teniendo pocos músicos y de edad avanzada, se tomó el gran trabajo de enseñar nuevos músicos y con la ayuda de su hijo Jerónimo, de muy corta edad, consiguió renovar la banda totalmente, con gente joven. ¡Ahora sí que fue un gran éxito para la banda y el pueblo!.  Cobraban todos los meses, aunque poco, era libre de gastos y todos contentos. Así fueron pasando los años de dicha década.

El maestro Caballero, que era ya de edad avanzada, no se encontraba muy bien para seguir con dicho trabajo, además del que le suponía su pequeño taller de carpintería. Perdió la ayuda que tenía con su hijo Jerónimo, que marchó a hacer el servicio militar. Entonces el Ayuntamiento contrató, para la dirección de la banda, a un músico de Murcia llamado Germán Galindo, el cual estuvo varios años. Recibió el apoyo del alcalde que lo trajo, Don Pedro Suarez, le puso un buen sueldo y ganó mucho dinero; pero de trabajo nada. Hasta que pasados cuatro años volvió el hijo del maestro, Jerónimo Caballero, del ejército. Siendo contratado, por el Ayuntamiento, para las clases de música en la banda. Poco después se marchó el señor Galindo, continuando Jerónimo Caballero, como director, con toda la carga de la banda: Clases de música y dirección. Aunque el sueldo fue más reducido que el del señor Galindo, sacó nuevos músicos y consiguió mejorar bastante la banda.

El sueldo del que disponían, siempre, fue pequeño tanto para Jerónimo Caballero, como director, como para los músicos. Como no había trabajo en el pueblo en aquella década de los años 60, emigraron muchos músicos y hasta el director marchó en el año 1965 a Huércal-Overa (Almería), donde fue contratado por el Ayuntamiento, de dicha localidad, como funcionario. Ni siquiera el alcalde de Bedmar Don José Maria (Médico), trató de ayudarle para que no se marchara, condenando de ésta forma a la banda y al pueblo de Bedmar, que tanta afición tenía a la música, a carecer de ella durante veinticinco años. Teniendo que contratar para las fiestas más importantes a otras bandas de fuera y el resto de fiestas, sin música. Tiempo después, algunos alcaldes de Bedmar, le decían a Jerónimo Caballero, cuando venía de vacaciones, que volviera al pueblo, que lo necesitaban para rehacer la banda, a la vez que se quejaban de tantos años sin ella. Pero ninguno ofrecía nada que le mereciera la pena volver, puesto que Jerónimo disponía, en Huércal-Overa, de un buen trabajo y más medios de vida que en Bedmar.

Pasaron muchos años así, hasta que hubo en Bedmar un alcalde valiente que dijo “hasta aquí hemos llegado”. Este fue Paco Reyes, que en una ocasión hablando con Jerónimo y su hijo Juanjo (profesor de música en conservatorio) les dijo que, si no podéis venir vosotros, decidme qué puedo hacer para tener una banda en Bedmar. Entonces, aconsejado tanto por Jerónimo como por su hijo Juanjo, hicieron la agrupación musical que existe hoy, teniendo a bien ponerle el nombre de “Asociación Amigos de la música Jerónimo Caballero”. Como ayuda y ánimo a todos para organizar esa nueva banda, Jerónimo vino con la suya a las fiestas de 1989. Esta era la banda municipal de Huércal-Overa, que había hecho él en su academia. Vinieron totalmente gratis y realizaron diversas actuaciones, como fueron: Pasacalles por todo el pueblo al llegar, amenizar la comida de la tercera edad y por la noche un concierto en la plaza, en la puerta del Ayuntamiento. Dichas actuaciones fueron un gran éxito, siendo muy sentimentales para Jerónimo, su hijo Juanjo, que ayudó tocando la flauta y para toda la familia. Sobre todo para su hijo mayor, Francisco, que también era músico, pero estuvo grabando con una cámara todas las actuaciones. Siendo de gran recuerdo para toda la familia, que son todos de Bedmar y conservan dichas grabaciones.

Gracias a Paco Reyes, aquí empieza la historia de una nueva banda en Bedmar “Asociación Amigos de la música Jerónimo Caballero” que, con el apoyo de algunas personas distinguidas del pueblo, ayudaron a la organización y así continúan en la junta directiva, y sobre todo del Ayuntamiento. En muy poco tiempo, y con la ayuda de los pocos músicos viejos que quedaban de Jerónimo en el pueblo, empezaron a actuar. Saliendo nuevos músicos con la enseñanza de varios señores que pasaron por la academia, entre ellos uno de Jimena, después otro de Ubeda llamado Juan José Valero, que hicieron todo lo que pudieron, contratando por último a Francisco Bernal González, profesor de clarinete del conservatorio de Jaén. Habiendo logrado, con su enseñanza y buen trabajo, tener una buena banda en la actualidad.